Qana 30 de julio de 2006. 55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
55 civiles, incluyendo 27 niños, masacrados en un refugio
COLUMPIOS VACIOS
Cuantas bombas necesitan
para triturar pollitos
y decir ¡ya os advertimos!
¡toda la culpa es vuestra!
Todos los niños que sueñan
sueñan, que llega, que llega
que llega, que llega la guerra
y así se quedan dormidos
Sueñan con ovejitas
sueñan con corderitos
sueñan su propia muerte
sueñan con ser enemigo
Sueñan que muere gente
soñando bajo los ladrillos
sueñan que caen paredes
sueñan como angelitos
Sueñan, sueñan los diablillos
sueñan, que llueva, que llueva
bombas para pajarillos
así que muera quien muera
Sueñan con el paraíso
sueñan sol, luna, y estrellas
sueñan sobre sus cabezas
bombas para cervatillos
¿Quien rompió la cáscara
del pobre señor caracol
quien le dio un pisotón
y lo lleva pegado a la suela?
Sea quien sea, quien fuera
que come niños por despecho
¡que tenga dolor de barriga!
y que muera de dolor intenso.
01-08-06
Silvia Escario
jueves, diciembre 14, 2006
miércoles, diciembre 13, 2006
Tu Radiación
Hay relaciones tan apasionadas como imposibles...
No seria descabellado dedicarle esta canción a Sid y Nancy...
Esta cancion esta interpretada en la actualidad por mi grupo Algo Toxico
del cual soy la cantante y autora de esta letra, además tambien soy autora accidental y accidentada de esta foto...
que terminó a arañazos entre yo y ellos dos...
¡lastima! hubieramos podido ser amigos...
pero los impulsos del caos...
solo conducen a más caos irrefrenable...
como los impulsos que encierra esta letra...
"No puedo vivir contigo ni sin ti"
TU RADIACION
Vuelvo, vuelvo a caer
si estoy contigo
¡estoy perdido!
Vuelvo, vuelvo a caer
si tu no estas
¡estoy perdido!
Vuelvo, vuelvo a caer
si estoy contigo
¡me vuelvo loco!
Vuelvo, vuelvo a caer
si tu no estas
¡me vuelvo loco!
Uh ¡Soy adicto!
Uh-Uh ¡a tu ritmo!
Uh ¡necesito...!
¡Tu radiación!
Vuelvo, vuelvo a caer
si estoy contigo
¡estoy perdido!
Vuelvo, vuelvo a caer
si tu no estas
¡estoy perdido!
Vuelvo, vuelvo a caer
si estoy contigo
¡me vuelvo loco!
Vuelvo, vuelvo a caer
si tu no estas
¡me vuelvo loco!
Uh ¡Soy adicto!
Uh-Uh ¡a tu ritmo!
Uh ¡necesito...!
¡Tu radiación!
Ho ho
Tu radiación…
Ho ho
Tu radiación…
Tu radiación…
Ho ho
Tu radiación…
Silvia Escario
sábado, diciembre 09, 2006
¡Lástima me manché los zapatos!
Quiero tener una causa
que solo sea mía
sentada en una silla
con un libro abierto
y la mirada perdida....
Quiero una silla eléctrica
para brasear mis carnes
los domingos por las tardes
mientras veo la televisión,
y cocerme vuelta y vuelta
ronroneando con fragor....
Quiero cumplir una misión
como los grandes hombres
pero no mas lejos de mi armario
y zambullirme en un cajón
que me resulte familiar
y rescatar un cinturón
de los tentáculos
de un calamar gigante
escapado de la mar
y devolverlo a su celda.
Quiero tener una causa
por que me hace falta...
tener una causa adecuada
aunque sea falsa
aunque no crea en ella
pero que me sirva de pantalla
de hombre de bien
hacendado, domesticado
y que la pueda comprar
en un supermercado
sin alejarme demasiado de mi casa
para no ensuciar mis guantes
de la responsabilidad
de cumplir con mi palabra
Quiero sostener columnas
erguidas sobre mis hombros
para demostrar
mi portentosa fuerza
sosteniendo el cartón piedra
y con la ayuda de unos pocos
subalternos que hagan
contrapeso con sus riñones...
Y ahora quiero ser un héroe
para que me señalen por la calle
con admiración desbordada
y me que me den de comer gratis
y me casen con una princesa de cristal
y ahora que ya soy héroe
porque así lo he querido
desde niño
me apetece lucirme
y quiero matar al temible dragón
(pues la condición de héroe
implica un duelo continuo
contra el mal,
que es precisamente
lo que siempre
esta opuesto a mí,
o la permanente lucha
con contrincantes
de dos o tres cabezas,
aspirantes a mi puesto)
y que me importa que
el dragón sea gay
y recite poemas de Riambau
tenga el hocico rosado
y baile“el lago de los cisnes”
proyectado en technicolor
sobre el techo de mi cama
Porque he visto el mal
en el rimel de sus ojos
y eso en código de orden
significa muerte inminente
muerte con ostigación
y muerte con sufrimiento imperioso
así que he proyectado matárlo
con los palillos orientales
de mi chop suey de pollo
de servicio a domicilio
clavándoselos en los ojos
como en una película de John Wayne
de la guerra de Wietnam
(encima tengo imaginación jejeje)
Quiero tener valor
quiero valer mucho
quiero que la gente me pague
solo por ser yo
y ser tan guapo
Quiero rescatar al mundo
pero cuando consiga
salir por la puerta
de este retrete
tan cómodo
y tan práctico
que ha hecho ventosa
con mi trasero
Quiero ser filosofo y famoso
buen en realidad....
sólo quiero ser famoso
lo de filósofo es un pretexto
para que me den algún premio
Quiero que me den un premio
porque hoy me he portado bien
porque hoy no he hecho nada
que estuviera mal hecho
porque yo todo lo que hago
está bien hecho
por que lo digo yo
Y a quien le importa
lo que yo haga
si no hago nada
que a nadie le interese
como a mi
tampoco me importa nada
lo que hagan los demás
Y a mí me parece interesante
hablar sobre mí mismo
que si tengo una casa muy grande
que sí blah blah blah
y esto es interesante
porque las casas pequeñas
no le gustan a nadie
porque a mi al menos
no me gustan
y eso ya es bastante
prueba de demostración
de que tengo otra vez la razón
(como siempre)
sino todo el mundo
viviría en casas mas
grandes que la mía
solo para llevarme
la contraria...
Tengo criterio
¿es que no lo ves?
tu mira mis atuendos
tengo cartera
me visto bien
tengo fashion
tengo carisma
me depilo el vello
soy respetable y correcto
tengo un coche filósofo
y soy un triunfador
¿de que más
sé podría llenar el mundo
sino de mi...?
Y hablaría de mí
durante horas y horas
porque sin duda
todo lo que digo
es interesante
¡A mi me interesa!
Porque cuando hablo yo
todo el mundo me escucha
se detienen los coches,
los aviones,
las ambulancias,
los nacimientos,
las cascadas de agua,
la caída de las cosas azarosas,
todo el mundo enmudece
y me presta atención...
Y todo el mundo sabe
que a continuación voy a decir...
"la ultima palabra"...
(porque siempre la digo yo)
la definitiva,
la solución,
y en mi honor
todos contienen el aliento
y entonces yo digo
delante de toda esta inmensa
y subyugada audiencia
lo que se decir mejor...
y digo sencillamente...
.....yo
y con eso ya tienen bastante...
Y en ese momento
se produce a causa
de tanta tensión acontecida
una deflagración
el mundo cae derretido a mis pies
en un vuelco
irreversible,
incontenible,
e inconmensurable...
y yo con solemnidad
doy un paso mas...
y lo aplasto como una mierda.....
¡Lástima me manché los zapatos!
Silvia Escario
10-09-06
que solo sea mía
sentada en una silla
con un libro abierto
y la mirada perdida....
Quiero una silla eléctrica
para brasear mis carnes
los domingos por las tardes
mientras veo la televisión,
y cocerme vuelta y vuelta
ronroneando con fragor....
Quiero cumplir una misión
como los grandes hombres
pero no mas lejos de mi armario
y zambullirme en un cajón
que me resulte familiar
y rescatar un cinturón
de los tentáculos
de un calamar gigante
escapado de la mar
y devolverlo a su celda.
Quiero tener una causa
por que me hace falta...
tener una causa adecuada
aunque sea falsa
aunque no crea en ella
pero que me sirva de pantalla
de hombre de bien
hacendado, domesticado
y que la pueda comprar
en un supermercado
sin alejarme demasiado de mi casa
para no ensuciar mis guantes
de la responsabilidad
de cumplir con mi palabra
Quiero sostener columnas
erguidas sobre mis hombros
para demostrar
mi portentosa fuerza
sosteniendo el cartón piedra
y con la ayuda de unos pocos
subalternos que hagan
contrapeso con sus riñones...
Y ahora quiero ser un héroe
para que me señalen por la calle
con admiración desbordada
y me que me den de comer gratis
y me casen con una princesa de cristal
y ahora que ya soy héroe
porque así lo he querido
desde niño
me apetece lucirme
y quiero matar al temible dragón
(pues la condición de héroe
implica un duelo continuo
contra el mal,
que es precisamente
lo que siempre
esta opuesto a mí,
o la permanente lucha
con contrincantes
de dos o tres cabezas,
aspirantes a mi puesto)
y que me importa que
el dragón sea gay
y recite poemas de Riambau
tenga el hocico rosado
y baile“el lago de los cisnes”
proyectado en technicolor
sobre el techo de mi cama
Porque he visto el mal
en el rimel de sus ojos
y eso en código de orden
significa muerte inminente
muerte con ostigación
y muerte con sufrimiento imperioso
así que he proyectado matárlo
con los palillos orientales
de mi chop suey de pollo
de servicio a domicilio
clavándoselos en los ojos
como en una película de John Wayne
de la guerra de Wietnam
(encima tengo imaginación jejeje)
Quiero tener valor
quiero valer mucho
quiero que la gente me pague
solo por ser yo
y ser tan guapo
Quiero rescatar al mundo
pero cuando consiga
salir por la puerta
de este retrete
tan cómodo
y tan práctico
que ha hecho ventosa
con mi trasero
Quiero ser filosofo y famoso
buen en realidad....
sólo quiero ser famoso
lo de filósofo es un pretexto
para que me den algún premio
Quiero que me den un premio
porque hoy me he portado bien
porque hoy no he hecho nada
que estuviera mal hecho
porque yo todo lo que hago
está bien hecho
por que lo digo yo
Y a quien le importa
lo que yo haga
si no hago nada
que a nadie le interese
como a mi
tampoco me importa nada
lo que hagan los demás
Y a mí me parece interesante
hablar sobre mí mismo
que si tengo una casa muy grande
que sí blah blah blah
y esto es interesante
porque las casas pequeñas
no le gustan a nadie
porque a mi al menos
no me gustan
y eso ya es bastante
prueba de demostración
de que tengo otra vez la razón
(como siempre)
sino todo el mundo
viviría en casas mas
grandes que la mía
solo para llevarme
la contraria...
Tengo criterio
¿es que no lo ves?
tu mira mis atuendos
tengo cartera
me visto bien
tengo fashion
tengo carisma
me depilo el vello
soy respetable y correcto
tengo un coche filósofo
y soy un triunfador
¿de que más
sé podría llenar el mundo
sino de mi...?
Y hablaría de mí
durante horas y horas
porque sin duda
todo lo que digo
es interesante
¡A mi me interesa!
Porque cuando hablo yo
todo el mundo me escucha
se detienen los coches,
los aviones,
las ambulancias,
los nacimientos,
las cascadas de agua,
la caída de las cosas azarosas,
todo el mundo enmudece
y me presta atención...
Y todo el mundo sabe
que a continuación voy a decir...
"la ultima palabra"...
(porque siempre la digo yo)
la definitiva,
la solución,
y en mi honor
todos contienen el aliento
y entonces yo digo
delante de toda esta inmensa
y subyugada audiencia
lo que se decir mejor...
y digo sencillamente...
.....yo
y con eso ya tienen bastante...
Y en ese momento
se produce a causa
de tanta tensión acontecida
una deflagración
el mundo cae derretido a mis pies
en un vuelco
irreversible,
incontenible,
e inconmensurable...
y yo con solemnidad
doy un paso mas...
y lo aplasto como una mierda.....
¡Lástima me manché los zapatos!
Silvia Escario
10-09-06
Sin Novedad en el Suburbio
Esto es un cuento alimentado con palabras giroscópicas, que significa, que cada palabra que transcurre durante su lectura, gira la imagen verbal en otro enfoque prismático distinto a la aparición de cada vocablo siguiente, habiendo de leerse con lentitud, para alcanzar toda la visión panorámica de la frase.
SIN NOVEDAD EN EL SUBURBIO
El perro husmeaba entre las basuras. La calle estaba húmeda y extrañamente reluciente, como si fuera nueva.
Se había pasado la noche lloviendo, y ahora de madrugada, el silencio había suprimido el arrullo de la lluvia. Los bloques de pisos adyacentes a los cubos de basura (que aunque vacíos estaban rodeados de un ralo de desperdicios) eran arquetipos de color gris con incrustaciones de ventanas tan inhumanas como diminutas, que invariables, en interminables filas verticales de humildes tendederos de ropa (con algunas prendas que como animadas de una languidez supina, fueron recientemente sorprendidas por la lluvia), configuraban un panorama de profundidad suburbial ignota.
Cuanto más pequeñas eran las ventanas, más se apreciaba la pobreza circundante, sobretodo en algunos cristales rotos reparados con cinta adhesiva, que conjuntados con las enormes grietas en el encofrado de los edificios, hacían evidente la imposibilidad e impotencia de huir de esta clase de vida, para sus desarmados y agredidos habitantes, dotados la mayoría, con un aparatoso color tostado diferenciador, y que sucumbían de ojos presénciales impotentes ante su desmoronamiento, con ellos mismos alojados en su interior.
El perro pues, abandonado a su suerte, por unos dueños poco sentimentales, roía desperdicios a los ojos de la luna, que ya casi dándose a la fuga tras la bóveda celestial, se apiadaba desde sus alturas de un ser tan frágil y de tan desgraciado vivir, como este solitario y extraviado canino.
El color gris de los edificios estaba camuflado por el sinfín de colores, de unos graffitis deliberados, que pedían socorro a la sobriedad, para ser rescatados del naufragio de pesimismo rectilíneo del enmarcado paisaje en blanco y negro sucinto a la realidad de su devenir de aspereza urbanística.
En un pasaje interior cercano, el olor a orines y unas jeringas punzantes delataban la miseria humana sometida a este humillante rincón del mundo, que en movimiento de depresión constante y acuciante caída libre hacia la invisible supresión y desaparición de su orgullo, iba decayendo de decepción a zozobra hacia el fondo de su propio fango, asignado por la riqueza ajena, a los límites de su desesperación.
Eran las cuatro y media, y a pedir de la arrogancia de un empresario, moderno y ambicioso, y sometido a una labor descalificante de clase social sin estudios, un despertador silbaba su atronador zumbido a los oídos dolidos de un obrero empobrecido por un sueldo que vejador e insultante, se reía de su talante de sacrificio.
Pero no fue ese el motivo por el cual el perro flacucho y con el hocico sucio, empinara las orejas para escuchar mejor. Oídos tan finos y su instinto propio perruno dejó al animal quieto y atento en una postura de tensión.
Tenuemente se oían golpes metálicos, venían de otra calle distante, embutida en otros inmisericordes bloques de humanos, ensartados por las vigas, los alambres y las tuberías de sus tripas urbanitas.
El can que había percibido que el sonido de golpes había aumentado acercándose progresivamente, previó que el peligro, aunque inminente, aun se hallaba lejano, y siguió con su labor. Pero solo fue hasta que un incipiente sonido de detonación, seguido de otros, volvió a tensar su lomo esquelético canino. “Esto había sonado mucho mas cerca”, además se oía el sonido trémulo de un rugiente núcleo vibrador, que al mismo tiempo quejumbroso, parecía arrastrarse por el asfalto. “ Tal vez demasiado cerca”, con inquietud el perro agachó la cola, y empezó a girar sobre sí mismo muy nervioso.
El ruido empeoró con el figurativo sonido del arrastrar de unas cadenas gigantes, e incluso con el repetido estallido de un látigo fantasmal lamiendo vertiginosamente los rincones de las aceras.
El perro se fue correteando hasta el fondo del callejón, que por esa vertiente no tenía salida, topó torpemente con la pared y retrocedió asustadizo otra vez hasta el principio de la calle de donde provenía la causa sonora de sus temores, y así de apabullado y sin saber que hacer, se zafó otra vez hasta el fondo, para chocar de nuevo con la sin salida, y al llegar allí desolado y acorralado gimió lastimero de impotencia.
La luna que lo oyó, pese a su don de inmovilidad, tembló ligeramente en condolencia, y el aire terso vibró con su agitación, levantando espejismos en las sombras abrutas de las izadas paredes cuadrangulares de alrededor.
Ahora, a pesar del somnoliento mutismo de índole pasivo, que debido quizás a la periódica actitud cotidiana del “todo es normal, pase lo que pase”, el ruido, pues, era ya atronador, y multi-expresivamente amenazador, cosa que nadie vislumbró, porque nadie se inmutaba entre sueños, más allá de su imposibilidad de moverse bajo motivo de trivialidad.
Y así el ruido de avalancha se precipitaba en progreso a trompicones en la cercanía, sin que sé inflingiese por ello en curiosidad humana desde las ventanas orientadas sobre el suceso.
Fuera cual fuera su procedencia, estaba a la vuelta de la esquina. Así que al cabo de unos instantes, crujiendo rocambolescamente apareció por fin en la bocacalle, de forma apocalíptica...“La maquina infernal”.
Medía diez metros de alto y ocupaba todo el ancho de la calle. Era de un metal negro reluciente y un sinfín de sirenas luminiscentes, recortaban su grotesca sombra contra las fachadas, en una hecatombe de flashes alarmantes.
Tenía brazos con ganchos que giraban sobre su estructura como los de un pulpo loco, dando bandazos.
Sus engranajes de ruedas dentadas estaban a la vista amenazantes, y chirriaban en un insufrible quejido de metales.
Una gran boca abierta pero sin fondo, se hallaba en la parte frontal, parecida a una entrada a “la casa del terror” de un parque de atracciones. Las ruedas con las que avanzaba con rudeza, tenían grandes púas de acero, que mellaban gravemente el ya destartalado asfalto.
Tenía cañones armados con arpones de electrodos, diseminados estratégicamente por toda su superficie, y cámaras en forma de ojo humano colgando panorámicas, en todas direcciones.
Una enorme antena de radar culminaba al monstruo en su cúspide, como una corona sobre su voraz porte de andar por su dominio.
La bestia acabó de pasar por la bocacalle, y con su estruendo ominoso, se siguió alejando, estoica e imperturbable.
En la parte trasera lucía un vigoroso cartel en rojo con franjas amarillas, que lo identificaba como “La perrera municipal”.
Nuestro Bobby se había escondido finalmente, agazapado de temor, en el interior del pasaje de las deplorables jeringas-basura, entre los edificios de míseras aristas y rectas agrestes, manteniéndose “a buen recaudo”.
Parecía conocer, por instinto, el significado de aquella mole de mecanismos que arrasadora con indiscriminada manía persecutoria hacia los sujetos de su casta, acababa de ser burlada por este infeliz.
Cuando se descongeló la imagen, después que hubo pasado el peligro, un poco más relajado, y como deshaciéndose graciosamente del terror infringido por aquel abrumador engendro demoníaco, el perro vagabundo se rascó con la pata trasera su particular nido de pulgas portátil, en un gesto simpático de rebeldía, que a la luna, atenta a su suerte, hizo sonreír con alivio.
Y no lo vio aparecer…una lengua como un látigo pegajoso, llegó desde arriba y se le enroscó al cuello, luego tiró de él, y el perro salió volando por los aires, en un viaje interminable, hacia la boca hedionda y voraz de la pertinaz fiera metálica, que sin duda, por uno de sus cientos de sensibles oídos, había reconocido a la distancia, el característico ritmo de un perro rascándose, ya lo bastante entrenada militarmente en tal conocimiento, con un meticuloso estudio sobre tácticas de disuasión, aprensión y reducción de inferencias perrunas.
La luna, única testigo del secuestro, se entristeció mucho, “Le había cogido cariño al pulgoso” -El mundo es inhumano-comentó para sí. Y muy pálida y exigua se borró del cielo claroscuro con un sonoro “pop”, y la lluvia volvió a rociar y a salpicar el suburbio con otra ráfaga de lágrimas en perentoria necesidad visceral de socorro.
Silvia Escario 18-11-05
SIN NOVEDAD EN EL SUBURBIO
El perro husmeaba entre las basuras. La calle estaba húmeda y extrañamente reluciente, como si fuera nueva.
Se había pasado la noche lloviendo, y ahora de madrugada, el silencio había suprimido el arrullo de la lluvia. Los bloques de pisos adyacentes a los cubos de basura (que aunque vacíos estaban rodeados de un ralo de desperdicios) eran arquetipos de color gris con incrustaciones de ventanas tan inhumanas como diminutas, que invariables, en interminables filas verticales de humildes tendederos de ropa (con algunas prendas que como animadas de una languidez supina, fueron recientemente sorprendidas por la lluvia), configuraban un panorama de profundidad suburbial ignota.
Cuanto más pequeñas eran las ventanas, más se apreciaba la pobreza circundante, sobretodo en algunos cristales rotos reparados con cinta adhesiva, que conjuntados con las enormes grietas en el encofrado de los edificios, hacían evidente la imposibilidad e impotencia de huir de esta clase de vida, para sus desarmados y agredidos habitantes, dotados la mayoría, con un aparatoso color tostado diferenciador, y que sucumbían de ojos presénciales impotentes ante su desmoronamiento, con ellos mismos alojados en su interior.
El perro pues, abandonado a su suerte, por unos dueños poco sentimentales, roía desperdicios a los ojos de la luna, que ya casi dándose a la fuga tras la bóveda celestial, se apiadaba desde sus alturas de un ser tan frágil y de tan desgraciado vivir, como este solitario y extraviado canino.
El color gris de los edificios estaba camuflado por el sinfín de colores, de unos graffitis deliberados, que pedían socorro a la sobriedad, para ser rescatados del naufragio de pesimismo rectilíneo del enmarcado paisaje en blanco y negro sucinto a la realidad de su devenir de aspereza urbanística.
En un pasaje interior cercano, el olor a orines y unas jeringas punzantes delataban la miseria humana sometida a este humillante rincón del mundo, que en movimiento de depresión constante y acuciante caída libre hacia la invisible supresión y desaparición de su orgullo, iba decayendo de decepción a zozobra hacia el fondo de su propio fango, asignado por la riqueza ajena, a los límites de su desesperación.
Eran las cuatro y media, y a pedir de la arrogancia de un empresario, moderno y ambicioso, y sometido a una labor descalificante de clase social sin estudios, un despertador silbaba su atronador zumbido a los oídos dolidos de un obrero empobrecido por un sueldo que vejador e insultante, se reía de su talante de sacrificio.
Pero no fue ese el motivo por el cual el perro flacucho y con el hocico sucio, empinara las orejas para escuchar mejor. Oídos tan finos y su instinto propio perruno dejó al animal quieto y atento en una postura de tensión.
Tenuemente se oían golpes metálicos, venían de otra calle distante, embutida en otros inmisericordes bloques de humanos, ensartados por las vigas, los alambres y las tuberías de sus tripas urbanitas.
El can que había percibido que el sonido de golpes había aumentado acercándose progresivamente, previó que el peligro, aunque inminente, aun se hallaba lejano, y siguió con su labor. Pero solo fue hasta que un incipiente sonido de detonación, seguido de otros, volvió a tensar su lomo esquelético canino. “Esto había sonado mucho mas cerca”, además se oía el sonido trémulo de un rugiente núcleo vibrador, que al mismo tiempo quejumbroso, parecía arrastrarse por el asfalto. “ Tal vez demasiado cerca”, con inquietud el perro agachó la cola, y empezó a girar sobre sí mismo muy nervioso.
El ruido empeoró con el figurativo sonido del arrastrar de unas cadenas gigantes, e incluso con el repetido estallido de un látigo fantasmal lamiendo vertiginosamente los rincones de las aceras.
El perro se fue correteando hasta el fondo del callejón, que por esa vertiente no tenía salida, topó torpemente con la pared y retrocedió asustadizo otra vez hasta el principio de la calle de donde provenía la causa sonora de sus temores, y así de apabullado y sin saber que hacer, se zafó otra vez hasta el fondo, para chocar de nuevo con la sin salida, y al llegar allí desolado y acorralado gimió lastimero de impotencia.
La luna que lo oyó, pese a su don de inmovilidad, tembló ligeramente en condolencia, y el aire terso vibró con su agitación, levantando espejismos en las sombras abrutas de las izadas paredes cuadrangulares de alrededor.
Ahora, a pesar del somnoliento mutismo de índole pasivo, que debido quizás a la periódica actitud cotidiana del “todo es normal, pase lo que pase”, el ruido, pues, era ya atronador, y multi-expresivamente amenazador, cosa que nadie vislumbró, porque nadie se inmutaba entre sueños, más allá de su imposibilidad de moverse bajo motivo de trivialidad.
Y así el ruido de avalancha se precipitaba en progreso a trompicones en la cercanía, sin que sé inflingiese por ello en curiosidad humana desde las ventanas orientadas sobre el suceso.
Fuera cual fuera su procedencia, estaba a la vuelta de la esquina. Así que al cabo de unos instantes, crujiendo rocambolescamente apareció por fin en la bocacalle, de forma apocalíptica...“La maquina infernal”.
Medía diez metros de alto y ocupaba todo el ancho de la calle. Era de un metal negro reluciente y un sinfín de sirenas luminiscentes, recortaban su grotesca sombra contra las fachadas, en una hecatombe de flashes alarmantes.
Tenía brazos con ganchos que giraban sobre su estructura como los de un pulpo loco, dando bandazos.
Sus engranajes de ruedas dentadas estaban a la vista amenazantes, y chirriaban en un insufrible quejido de metales.
Una gran boca abierta pero sin fondo, se hallaba en la parte frontal, parecida a una entrada a “la casa del terror” de un parque de atracciones. Las ruedas con las que avanzaba con rudeza, tenían grandes púas de acero, que mellaban gravemente el ya destartalado asfalto.
Tenía cañones armados con arpones de electrodos, diseminados estratégicamente por toda su superficie, y cámaras en forma de ojo humano colgando panorámicas, en todas direcciones.
Una enorme antena de radar culminaba al monstruo en su cúspide, como una corona sobre su voraz porte de andar por su dominio.
La bestia acabó de pasar por la bocacalle, y con su estruendo ominoso, se siguió alejando, estoica e imperturbable.
En la parte trasera lucía un vigoroso cartel en rojo con franjas amarillas, que lo identificaba como “La perrera municipal”.
Nuestro Bobby se había escondido finalmente, agazapado de temor, en el interior del pasaje de las deplorables jeringas-basura, entre los edificios de míseras aristas y rectas agrestes, manteniéndose “a buen recaudo”.
Parecía conocer, por instinto, el significado de aquella mole de mecanismos que arrasadora con indiscriminada manía persecutoria hacia los sujetos de su casta, acababa de ser burlada por este infeliz.
Cuando se descongeló la imagen, después que hubo pasado el peligro, un poco más relajado, y como deshaciéndose graciosamente del terror infringido por aquel abrumador engendro demoníaco, el perro vagabundo se rascó con la pata trasera su particular nido de pulgas portátil, en un gesto simpático de rebeldía, que a la luna, atenta a su suerte, hizo sonreír con alivio.
Y no lo vio aparecer…una lengua como un látigo pegajoso, llegó desde arriba y se le enroscó al cuello, luego tiró de él, y el perro salió volando por los aires, en un viaje interminable, hacia la boca hedionda y voraz de la pertinaz fiera metálica, que sin duda, por uno de sus cientos de sensibles oídos, había reconocido a la distancia, el característico ritmo de un perro rascándose, ya lo bastante entrenada militarmente en tal conocimiento, con un meticuloso estudio sobre tácticas de disuasión, aprensión y reducción de inferencias perrunas.
La luna, única testigo del secuestro, se entristeció mucho, “Le había cogido cariño al pulgoso” -El mundo es inhumano-comentó para sí. Y muy pálida y exigua se borró del cielo claroscuro con un sonoro “pop”, y la lluvia volvió a rociar y a salpicar el suburbio con otra ráfaga de lágrimas en perentoria necesidad visceral de socorro.
Silvia Escario 18-11-05
Dios-Humano-Animal
Nosotros los humanos,
que vinimos a este mundo,
solo a andar el camino,
contra la imposibilidad,
sin conocer ni propósito,
ni causa, ni dirección,
un camino que sinuoso,
nos hace deambular,
siempre girando en círculos,
fuera de nuestra compresión,
y que parecen burlarse,
de nuestro peregrinar,
de nuestra disposición,
de nuestra intuición luminosa,
nuestra decisión inquebrantable,
persiguiendo a los sentidos,
en pos de la orientación,
tan confusos, como perdidos,
como deslumbrados por el sol.
El camino es solo paisaje,
el paisaje es el motivo,
nuestros ojos, son sus testigos,
su latido, nuestros pasos,
nuestra voz, es su sentencia,
su locura, nuestros poemas,
nuestra voluntad y albedrío,
son a causa de su desafío,
nuestro corazón, su tambor,
redoblando, su delirio,
los sentidos, su visión,
dislocados de belleza,
palpitan en consecuencia,
profesándole emoción.
Capaces somos de sueños,
que se erijan en ciudades,
sueños que son las riendas,
que aferran nuestras manos,
hasta colapsar las venas,
vislumbrando un porvenir,
que en su trazo parpadea,
antes de desaparecer,
y a la deriva dejarnos,
descabezados, descorazados,
desbocados, desencauzados,
haciendo giros temerarios,
trazando peligrosas piruetas,
realizando saltos mortales,
y volteretas a la inversa,
y ser mil veces derribados,
en sincopadas caídas,
siempre fuera de su ritmo,
tropezando a deshoras,
como vulgares marionetas,
de sonrisa de madera,
con hilos que la sujetan,
o parecer espantapájaros,
con paja en la cabeza,
y ser terror de los sembrados,
para estorninos famélicos,
joviales, chiquitos y pardos.
Y la cabeza,
¡ha! esa cabeza...
centro del universo,
donde empiezan la luz,
centro de observatorio,
donde ocurren las cosas,
narrador en voz en off,
como narrador de cuentos,
como fábulas de humanos,
relatador de sus aventuras,
proezas, fechorías, travesuras,
contador de instantes,
de momentos incesantes,
contador del tiempo,
del que vino y se fue,
y del que venga,
y pase de largo,
sin apenas mirarnos.
.....El tiempo..
¡ha! el tiempo...
el tiempo es esa línea,
esa que perseguimos,
trazada ante nuestros pies,
irrefutable, inconfundible,
en permanente consecución,
de su tic tac exacto,
segundo a segundo,
naipe encima de naipe,
dado tras golpe de dado,
dardo clavado en dardo,
firme resolución de pasos,
de serpiente ineludible,
que cruza sobre el desierto,
como guía experimentado,
con el hombro apropiado,
hombro donde colgarse,
para dejarse llevar,
lleve allí donde nos lleve.
Cruzando, vamos cruzando,
un desierto punzante,
punzante de cactus enhiestos,
cactus desfilando arrogantes,
desafiantes y grotescos,
cactus que pinchan los dedos,
para saborear nuestra sangre,
cactus soberbios y altivos,
presuntuosos,
e incuestionables,
orgullosos forajidos,
áridos y desagradables,
cactus enmascarados,
disfrazados de deseos,
que pinchan en desengaños,
a los jóvenes que incautos
los abrazan como sueños.
Desierto que de deseos,
se ofrecen como labios,
deseos señalando el norte,
deseos que llevan al sur,
que nosotros perseguimos
corriendo, corriendo, corriendo,
alentados por espejismos.
de aquí para allá,
de allá para aquí,
como jinetes sedientos,
montados en remolinos,
de caballitos de arena,
moldeados con las manos,
y dúctiles a nuestras riendas,
que nos llevan hacia el oasis,
que por ventura, esta ahí mismo,
detrás de esas palmeras,
ni las ultimas, ni las primeras.
Y que alcanzando la fuente,
fuente de la ensoñación,
poseerla solo un momento,
tal como un rayo de sol,
posee una gota de lluvia,
que ve desaparecer,
como leve, bonita y sublime,
brizna de pensamiento.
Y que al atardecer sumido,
en su propia inflexión,
de aquel longevo día,
que aun esta por llegar,
que desde el tiznado ocaso,
deja caer a la muerte,
(tal como cae la verdad,
como ineludible luz mordaz),
en forma de manto o de velo,
en forma de lluvia silvestre,
pues la lluvia repentina,
de la muerte que acontece,
que sobreviene ambigua,
nos deja caer inertes,
tajante, inflexible e impasiva,
sin ninguna alternativa,
a su dedo señalando,
y en su precisa caída,
lanzada como cuchillo,
como catana, como sable,
como navaja, o guillotina,
como hacha, como mandoble,
o como daga, o puñal,
como florete, o como espada,
como sierra, o alabarda,
filo mortal entre los filos,
pulido, bruñido, lijado,
afilado, curtido, ajado,
a dar un corte en el camino,
por el que vamos andando,
mientras que de improvisto,
en su acometer incisivo,
descarga un corte angular,
que quebrantando los suelos,
delante mismo de los pies,
se sobreviene el abismo,
sin permitir un paso mas,
y desde ahí, nos agarra fiero,
tirándonos de los pelos,
(cual muñeco que lleva un niño),
y nos arroja furibundo,
por la boca del vació,
garganta abajo deglutidos
a la olla de los muertos.
Y nosotros los perplejos,
en caída incesante,
en ingravidez diametral,
tragando a bocanadas,
del vértigo indigesto,
caer así sobre una nube,
y flotar en complacencia,
complaciente en esencia,
complacidos en extremo,
sin sentirnos afligidos,
por habernos desprendido,
de forma definitiva,
de la dependencia terrenal,
en un paso irreversible,
como ultimo paso a dar,
antes de la emancipación,
de yacer en nebulosa,
postrado en“la nada”absoluta
tarareando alguna canción.
Y nosotros pendulantes,
traspasar de realidad,
cambiando de dimension,
como cambiar de habitación,
como cambiar de tren,
como cambiar de zapatos,
de vestido o de gafas,
y talvez por fin,
perder el ansia de la sed,
y talvez, quizás,
no volver a divagar,
ni atormentarse,
ni mortificar,
y talvez por fin sentir......
la escurridiza felicidad,
como bocado de pastel,
como mordisco premiado,
de un gigante Donut gigante,
como tocar panaceas,
odiseas, utopías,
y explayarnos en la certeza
de la incredulidad,
tal vez siendo, sin ser,
y estar ahí, sin estar,
solo estando,
sin ser nada,
sin ser nadie,
solo estar.
Por eso fue que vinimos,
que vinimos de tan lejos,
del mas alla, del mas allá,
cayendo de las alturas,
al pozo de la humildad,
y vinimos a caminar,
a caminar “el camino”,
a transitar, deambular,
transcurrir, perpetrar,
el “transcurso temporal”,
a llenar el vació abismal,
a llenar el vació del edén,
el vacío para nosotros,
medio hombres, medio dioses,
llenándolo con ideas,
con formulas improbables,
causas, razones y hechos,
de contundentes a livianos,
sentir cosas, sentir objetos,
sentir momentos, sentir paisajes,
para sentir que sentimos,
a través de nuestra carne.
Y tal fuera...el vacío
que de tan maravilloso,
para llenarlo de algo...
sus moradores decidimos,
mitad dioses, mitad humanos,
inventar un lugar ideal,
entre lírico y brutal,
un lugar paradójico,
un lugar para jugar,
para jugar a ser carnal,
y desentrañar dilemas,
¿pues no seria la carne,
uno de nuestros inventos?,
¿y no seriamos
entretenimiento,
para el publico celestial?
¿la distracción favorita,
de los portentosos,
dioses-hombre-animal?,
¿qué entre surtido de juegos,
tienen guardados en cajas,
en arcones dimensiónales,
que universo tras universo,
guarecidos en paneles,
tan gigantes, tan inmensos,
paneles que encajados,
como panales de abejas,
rebosantes de mieles,
rebosantes de misterios,
sofisticados o crueles,
que estimulan,
que entretienen,
la razón de un objetivo,
¡dar vida a la diversión!,
jugando a dar la vida?,
¿no seria la carne un objeto,
un objeto que siente,
con nosotros metidos dentro,
como un disfraz existencial?,
¡pues seria un carnaval!
¿no seria la carne “un pasatiempo”
“un crucigrama” “un rompecabezas”
“un ajedrez” “un juego de rol”
porque nos aburrimos en el cielo,
(de tanta felicidad),
y necesitamos crear,
problemas, dificultad
dilemas, adversidad,
pesadillas y sueños,
sensaciones, pasiones,
como angustias
de la humanidad?.
¿Y la carne de qué esta hecha?,
esta hecha de contrapuestos,
hecha de “síes” y ”nóes”,
mordiéndose entre ellos,
confabulando, urdiendo,
intencionalmente confrontados,
creados para repelerse,
para contradecirse,
para constatar,
en contrastes, en supuestos,
en sospechas, en dilemas,
contrahechos, y dispersos,
“sies” contra “noes”,
hasta derramar sangre,
“noes”contra “sies”
hasta adolecer los nervios,
¡que viva la controversia!,
que la controversia viva,
dentro de nuestro ser,
que lo levanta, lo derriba,
lo devora, lo excita
lo hace reír y llorar
débil, fuerte,
en pro y en contra,
de su voluntad.
Y provocar explosiones,
explosionar sentimientos,
intencionales y tensos,
hasta el filo de romper,
con dificultad extrema,
hasta lo improbable,
de forma irresistible,
de dolor exprofeso,
¡pues es todo tan fácil
aquí subidos en el cielo!
que pedimos lo imposible.
Vorágines, incendios,
inmolaciones,
hecatombes pasionales,
vitalmente expuestas,
sobre la tersa flor
de la piel fresca,
el “si” contra el“no”
el“no”contra el“si”,
y nosotros en medio,
llenos de laceraciones,
a punto de detonar,
como bombas de tiempo,
apunto de asombrarse,
con el devenir universal,
emocionarse en la visión,
en el más leve contacto,
convertirse en palpable,
en mínima insinuación,
como un termómetro,
vulnerable, inflamable,
al temperamento,
que impulsa a todas las cosas.
El sentir universal,
con solo mirar el cielo,
de poder poetizarlo,
en metáforas abruptas,
a su luz rutilante,
y también soliviantarnos,
destruirlo, odiarlo, utilizarlo,
mancharlo, invadirlo, secuestrarlo,
y poder relatar su tragedia,
en una enciclopedia,
transcribir su dialogo,
en una escena de teatro,
e interpretar en comedia,
como comediantes burlados,
el humor que nos profesa,
Y proyectar al espacio
nuestra oda a los sueños,
sueños como la sed,
sed como el desierto,
desierto como paisaje,
paisaje como camino,
camino como el tiempo,
tiempo como armazón,
vientre donde alojarnos,
como cuerpo caparazón,
de nervios desenvainados,
armados para la guerra,
con casco, escudo, y peto,
guerra de“sies”y“noes”,
carne, sentimiento, fantasía,
lógica, leyes naturales,
pensamiento y razón,
hacen al humano...
ejemplo de caracol,
con su propia casa a cuestas,
fundido en obra maestra,
desde el mas idiota,
a el mas ruin,
y del mas déspota,
al más inepto,
en un mecanismo perfecto
sin distinción.
Y como única escapatoria...
¡la salida del desierto!,
....dicen que hay un túnel...
por donde se oculta el sol,
que va a parar al este,
por debajo de la tierra,
y que ahorrándose la noche,
lleva hasta el siguiente día,
día de la salvación,
y que es una fuga perfecta
perfectamente imposible,
perfecta para desesperados,
que como único medio
se la han inventado,
infligiéndose "locura”,
con descabelladas ideas,
y creídas como cierto,
por el vicio de ser crédulo.
Tal fe a la imposibilidad,
trasgrede todas las leyes,
franquea toda frontera,
burla cara por cara,
la realidad cuadrangular,
con temeraria inconsciencia,
con sueños dislocados,
como motores ingrávidos,
para maquinas de tormentas,
para tormentas internas,
que destrozan lo amasado.
que llenan de ruidos fervientes,
los ácidos de los vientres,
con mecanismos orgánicos,
filigranas y minúsculos resortes,
catalizadores de vientos,
vientos cubiertos de deseos,
para comensales hambrientos,
a la mesa de su invocación,
festín que para infelices,
como siempre,
no tienen invitación.
En un momento sobrenatural,
fuera de las reglas y el tiempo,
los deseos están ahí,
regados, abonados, y frescos,
a nuestro alcance expreso,
flotando como peces,
como peces del océano,
trotones caballitos de mar,
en carrera con los cielos,
remanso de felicidad,
bajo el sol radiante,
felicidad que a priori,
es dueña de la realidad,
realidad que a posteriori,
se crece en la incredulidad,
visible, palpable, tangible
imposibilidad factible,
de ser y estar...
sino en el principio,
en el fin...
del camino transcurrido,
así pues, caminante indeciso,
es preciso embriagarte,
¡embriágate ahora mismo!
¡embriágate con tu sangre!,
no dejes de embargarte,
por el temor a sentir,
la exultarte emoción,
de ser un dios de carne.
¡Caminante sigue a tus sueños!
porque te están esperando,
escondidos tras la duna,
y se dejarán coger,
mansos como pajarillos,
y te harán volar,
como un ángel de precipicios,
como travieso diablillo,
sobre las cúpulas del doquier,
del doquier extasiante,
y sino en esta vida,
en las otras, que vendrán,
a cuál más rutilante,
de las que acontecerán...
sea como fueren,
universos apropiados,
para los encuentros lúdicos,
juguetes de cuerpos carnales
para dioses aburridos,
sobre tableros celestiales,
enclavados en panorámica,
en las bóvedas del paroxismo,
del dios-humano-animal
que exultante de ingenio,
se come a bocados el mal
y sin quemarse la lengua,
escupe culebras felices,
que culebreando se van,
por algún extraño sendero,
de algún tablero fastuoso,
con fichas de tacto carnal.
Silvia Escario 10-08-06.
que vinimos a este mundo,
solo a andar el camino,
contra la imposibilidad,
sin conocer ni propósito,
ni causa, ni dirección,
un camino que sinuoso,
nos hace deambular,
siempre girando en círculos,
fuera de nuestra compresión,
y que parecen burlarse,
de nuestro peregrinar,
de nuestra disposición,
de nuestra intuición luminosa,
nuestra decisión inquebrantable,
persiguiendo a los sentidos,
en pos de la orientación,
tan confusos, como perdidos,
como deslumbrados por el sol.
El camino es solo paisaje,
el paisaje es el motivo,
nuestros ojos, son sus testigos,
su latido, nuestros pasos,
nuestra voz, es su sentencia,
su locura, nuestros poemas,
nuestra voluntad y albedrío,
son a causa de su desafío,
nuestro corazón, su tambor,
redoblando, su delirio,
los sentidos, su visión,
dislocados de belleza,
palpitan en consecuencia,
profesándole emoción.
Capaces somos de sueños,
que se erijan en ciudades,
sueños que son las riendas,
que aferran nuestras manos,
hasta colapsar las venas,
vislumbrando un porvenir,
que en su trazo parpadea,
antes de desaparecer,
y a la deriva dejarnos,
descabezados, descorazados,
desbocados, desencauzados,
haciendo giros temerarios,
trazando peligrosas piruetas,
realizando saltos mortales,
y volteretas a la inversa,
y ser mil veces derribados,
en sincopadas caídas,
siempre fuera de su ritmo,
tropezando a deshoras,
como vulgares marionetas,
de sonrisa de madera,
con hilos que la sujetan,
o parecer espantapájaros,
con paja en la cabeza,
y ser terror de los sembrados,
para estorninos famélicos,
joviales, chiquitos y pardos.
Y la cabeza,
¡ha! esa cabeza...
centro del universo,
donde empiezan la luz,
centro de observatorio,
donde ocurren las cosas,
narrador en voz en off,
como narrador de cuentos,
como fábulas de humanos,
relatador de sus aventuras,
proezas, fechorías, travesuras,
contador de instantes,
de momentos incesantes,
contador del tiempo,
del que vino y se fue,
y del que venga,
y pase de largo,
sin apenas mirarnos.
.....El tiempo..
¡ha! el tiempo...
el tiempo es esa línea,
esa que perseguimos,
trazada ante nuestros pies,
irrefutable, inconfundible,
en permanente consecución,
de su tic tac exacto,
segundo a segundo,
naipe encima de naipe,
dado tras golpe de dado,
dardo clavado en dardo,
firme resolución de pasos,
de serpiente ineludible,
que cruza sobre el desierto,
como guía experimentado,
con el hombro apropiado,
hombro donde colgarse,
para dejarse llevar,
lleve allí donde nos lleve.
Cruzando, vamos cruzando,
un desierto punzante,
punzante de cactus enhiestos,
cactus desfilando arrogantes,
desafiantes y grotescos,
cactus que pinchan los dedos,
para saborear nuestra sangre,
cactus soberbios y altivos,
presuntuosos,
e incuestionables,
orgullosos forajidos,
áridos y desagradables,
cactus enmascarados,
disfrazados de deseos,
que pinchan en desengaños,
a los jóvenes que incautos
los abrazan como sueños.
Desierto que de deseos,
se ofrecen como labios,
deseos señalando el norte,
deseos que llevan al sur,
que nosotros perseguimos
corriendo, corriendo, corriendo,
alentados por espejismos.
de aquí para allá,
de allá para aquí,
como jinetes sedientos,
montados en remolinos,
de caballitos de arena,
moldeados con las manos,
y dúctiles a nuestras riendas,
que nos llevan hacia el oasis,
que por ventura, esta ahí mismo,
detrás de esas palmeras,
ni las ultimas, ni las primeras.
Y que alcanzando la fuente,
fuente de la ensoñación,
poseerla solo un momento,
tal como un rayo de sol,
posee una gota de lluvia,
que ve desaparecer,
como leve, bonita y sublime,
brizna de pensamiento.
Y que al atardecer sumido,
en su propia inflexión,
de aquel longevo día,
que aun esta por llegar,
que desde el tiznado ocaso,
deja caer a la muerte,
(tal como cae la verdad,
como ineludible luz mordaz),
en forma de manto o de velo,
en forma de lluvia silvestre,
pues la lluvia repentina,
de la muerte que acontece,
que sobreviene ambigua,
nos deja caer inertes,
tajante, inflexible e impasiva,
sin ninguna alternativa,
a su dedo señalando,
y en su precisa caída,
lanzada como cuchillo,
como catana, como sable,
como navaja, o guillotina,
como hacha, como mandoble,
o como daga, o puñal,
como florete, o como espada,
como sierra, o alabarda,
filo mortal entre los filos,
pulido, bruñido, lijado,
afilado, curtido, ajado,
a dar un corte en el camino,
por el que vamos andando,
mientras que de improvisto,
en su acometer incisivo,
descarga un corte angular,
que quebrantando los suelos,
delante mismo de los pies,
se sobreviene el abismo,
sin permitir un paso mas,
y desde ahí, nos agarra fiero,
tirándonos de los pelos,
(cual muñeco que lleva un niño),
y nos arroja furibundo,
por la boca del vació,
garganta abajo deglutidos
a la olla de los muertos.
Y nosotros los perplejos,
en caída incesante,
en ingravidez diametral,
tragando a bocanadas,
del vértigo indigesto,
caer así sobre una nube,
y flotar en complacencia,
complaciente en esencia,
complacidos en extremo,
sin sentirnos afligidos,
por habernos desprendido,
de forma definitiva,
de la dependencia terrenal,
en un paso irreversible,
como ultimo paso a dar,
antes de la emancipación,
de yacer en nebulosa,
postrado en“la nada”absoluta
tarareando alguna canción.
Y nosotros pendulantes,
traspasar de realidad,
cambiando de dimension,
como cambiar de habitación,
como cambiar de tren,
como cambiar de zapatos,
de vestido o de gafas,
y talvez por fin,
perder el ansia de la sed,
y talvez, quizás,
no volver a divagar,
ni atormentarse,
ni mortificar,
y talvez por fin sentir......
la escurridiza felicidad,
como bocado de pastel,
como mordisco premiado,
de un gigante Donut gigante,
como tocar panaceas,
odiseas, utopías,
y explayarnos en la certeza
de la incredulidad,
tal vez siendo, sin ser,
y estar ahí, sin estar,
solo estando,
sin ser nada,
sin ser nadie,
solo estar.
Por eso fue que vinimos,
que vinimos de tan lejos,
del mas alla, del mas allá,
cayendo de las alturas,
al pozo de la humildad,
y vinimos a caminar,
a caminar “el camino”,
a transitar, deambular,
transcurrir, perpetrar,
el “transcurso temporal”,
a llenar el vació abismal,
a llenar el vació del edén,
el vacío para nosotros,
medio hombres, medio dioses,
llenándolo con ideas,
con formulas improbables,
causas, razones y hechos,
de contundentes a livianos,
sentir cosas, sentir objetos,
sentir momentos, sentir paisajes,
para sentir que sentimos,
a través de nuestra carne.
Y tal fuera...el vacío
que de tan maravilloso,
para llenarlo de algo...
sus moradores decidimos,
mitad dioses, mitad humanos,
inventar un lugar ideal,
entre lírico y brutal,
un lugar paradójico,
un lugar para jugar,
para jugar a ser carnal,
y desentrañar dilemas,
¿pues no seria la carne,
uno de nuestros inventos?,
¿y no seriamos
entretenimiento,
para el publico celestial?
¿la distracción favorita,
de los portentosos,
dioses-hombre-animal?,
¿qué entre surtido de juegos,
tienen guardados en cajas,
en arcones dimensiónales,
que universo tras universo,
guarecidos en paneles,
tan gigantes, tan inmensos,
paneles que encajados,
como panales de abejas,
rebosantes de mieles,
rebosantes de misterios,
sofisticados o crueles,
que estimulan,
que entretienen,
la razón de un objetivo,
¡dar vida a la diversión!,
jugando a dar la vida?,
¿no seria la carne un objeto,
un objeto que siente,
con nosotros metidos dentro,
como un disfraz existencial?,
¡pues seria un carnaval!
¿no seria la carne “un pasatiempo”
“un crucigrama” “un rompecabezas”
“un ajedrez” “un juego de rol”
porque nos aburrimos en el cielo,
(de tanta felicidad),
y necesitamos crear,
problemas, dificultad
dilemas, adversidad,
pesadillas y sueños,
sensaciones, pasiones,
como angustias
de la humanidad?.
¿Y la carne de qué esta hecha?,
esta hecha de contrapuestos,
hecha de “síes” y ”nóes”,
mordiéndose entre ellos,
confabulando, urdiendo,
intencionalmente confrontados,
creados para repelerse,
para contradecirse,
para constatar,
en contrastes, en supuestos,
en sospechas, en dilemas,
contrahechos, y dispersos,
“sies” contra “noes”,
hasta derramar sangre,
“noes”contra “sies”
hasta adolecer los nervios,
¡que viva la controversia!,
que la controversia viva,
dentro de nuestro ser,
que lo levanta, lo derriba,
lo devora, lo excita
lo hace reír y llorar
débil, fuerte,
en pro y en contra,
de su voluntad.
Y provocar explosiones,
explosionar sentimientos,
intencionales y tensos,
hasta el filo de romper,
con dificultad extrema,
hasta lo improbable,
de forma irresistible,
de dolor exprofeso,
¡pues es todo tan fácil
aquí subidos en el cielo!
que pedimos lo imposible.
Vorágines, incendios,
inmolaciones,
hecatombes pasionales,
vitalmente expuestas,
sobre la tersa flor
de la piel fresca,
el “si” contra el“no”
el“no”contra el“si”,
y nosotros en medio,
llenos de laceraciones,
a punto de detonar,
como bombas de tiempo,
apunto de asombrarse,
con el devenir universal,
emocionarse en la visión,
en el más leve contacto,
convertirse en palpable,
en mínima insinuación,
como un termómetro,
vulnerable, inflamable,
al temperamento,
que impulsa a todas las cosas.
El sentir universal,
con solo mirar el cielo,
de poder poetizarlo,
en metáforas abruptas,
a su luz rutilante,
y también soliviantarnos,
destruirlo, odiarlo, utilizarlo,
mancharlo, invadirlo, secuestrarlo,
y poder relatar su tragedia,
en una enciclopedia,
transcribir su dialogo,
en una escena de teatro,
e interpretar en comedia,
como comediantes burlados,
el humor que nos profesa,
Y proyectar al espacio
nuestra oda a los sueños,
sueños como la sed,
sed como el desierto,
desierto como paisaje,
paisaje como camino,
camino como el tiempo,
tiempo como armazón,
vientre donde alojarnos,
como cuerpo caparazón,
de nervios desenvainados,
armados para la guerra,
con casco, escudo, y peto,
guerra de“sies”y“noes”,
carne, sentimiento, fantasía,
lógica, leyes naturales,
pensamiento y razón,
hacen al humano...
ejemplo de caracol,
con su propia casa a cuestas,
fundido en obra maestra,
desde el mas idiota,
a el mas ruin,
y del mas déspota,
al más inepto,
en un mecanismo perfecto
sin distinción.
Y como única escapatoria...
¡la salida del desierto!,
....dicen que hay un túnel...
por donde se oculta el sol,
que va a parar al este,
por debajo de la tierra,
y que ahorrándose la noche,
lleva hasta el siguiente día,
día de la salvación,
y que es una fuga perfecta
perfectamente imposible,
perfecta para desesperados,
que como único medio
se la han inventado,
infligiéndose "locura”,
con descabelladas ideas,
y creídas como cierto,
por el vicio de ser crédulo.
Tal fe a la imposibilidad,
trasgrede todas las leyes,
franquea toda frontera,
burla cara por cara,
la realidad cuadrangular,
con temeraria inconsciencia,
con sueños dislocados,
como motores ingrávidos,
para maquinas de tormentas,
para tormentas internas,
que destrozan lo amasado.
que llenan de ruidos fervientes,
los ácidos de los vientres,
con mecanismos orgánicos,
filigranas y minúsculos resortes,
catalizadores de vientos,
vientos cubiertos de deseos,
para comensales hambrientos,
a la mesa de su invocación,
festín que para infelices,
como siempre,
no tienen invitación.
En un momento sobrenatural,
fuera de las reglas y el tiempo,
los deseos están ahí,
regados, abonados, y frescos,
a nuestro alcance expreso,
flotando como peces,
como peces del océano,
trotones caballitos de mar,
en carrera con los cielos,
remanso de felicidad,
bajo el sol radiante,
felicidad que a priori,
es dueña de la realidad,
realidad que a posteriori,
se crece en la incredulidad,
visible, palpable, tangible
imposibilidad factible,
de ser y estar...
sino en el principio,
en el fin...
del camino transcurrido,
así pues, caminante indeciso,
es preciso embriagarte,
¡embriágate ahora mismo!
¡embriágate con tu sangre!,
no dejes de embargarte,
por el temor a sentir,
la exultarte emoción,
de ser un dios de carne.
¡Caminante sigue a tus sueños!
porque te están esperando,
escondidos tras la duna,
y se dejarán coger,
mansos como pajarillos,
y te harán volar,
como un ángel de precipicios,
como travieso diablillo,
sobre las cúpulas del doquier,
del doquier extasiante,
y sino en esta vida,
en las otras, que vendrán,
a cuál más rutilante,
de las que acontecerán...
sea como fueren,
universos apropiados,
para los encuentros lúdicos,
juguetes de cuerpos carnales
para dioses aburridos,
sobre tableros celestiales,
enclavados en panorámica,
en las bóvedas del paroxismo,
del dios-humano-animal
que exultante de ingenio,
se come a bocados el mal
y sin quemarse la lengua,
escupe culebras felices,
que culebreando se van,
por algún extraño sendero,
de algún tablero fastuoso,
con fichas de tacto carnal.
Silvia Escario 10-08-06.
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
Podrás mirarla a los ojos
pero no resistirás...
su golpe temperamental
te tirará para atrás
¡Que poderosa mirada!
¡que poderosa palabra!
se merienda niños crudos
y come ovejitas blancas
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Si tiemblas en su presencia
que ella no se de cuenta....
o si no te aplastará
con la fuerza de su pulgar
Que el resto de los mortales
solo existen para ella
para poder ser desnudados
en su afán de intimidar
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Lydia es tan afilada
que corta como los sables
cortará tu pensamiento
y te dirá cuatro verdades
Siempre parece enojada
...es su mirar intenso
pero cuando se ríe.....
te penetra hasta los huesos...
¿Quien teme a Lidia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Silvia Escario
16-07-06...
To Lydia Lunch
pero no resistirás...
su golpe temperamental
te tirará para atrás
¡Que poderosa mirada!
¡que poderosa palabra!
se merienda niños crudos
y come ovejitas blancas
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Si tiemblas en su presencia
que ella no se de cuenta....
o si no te aplastará
con la fuerza de su pulgar
Que el resto de los mortales
solo existen para ella
para poder ser desnudados
en su afán de intimidar
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Lydia es tan afilada
que corta como los sables
cortará tu pensamiento
y te dirá cuatro verdades
Siempre parece enojada
...es su mirar intenso
pero cuando se ríe.....
te penetra hasta los huesos...
¿Quien teme a Lidia Wolfe?
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
a Lydia Wolfe
¿Quien teme a Lydia Wolfe?
la la la la la la
Silvia Escario
16-07-06...
To Lydia Lunch
La Postal
LA POSTAL
Cabalgas sobre la luna
la luna gira a tus pies
y encuentras en una duna
un cráter donde la ves
sentada sobre su trono
ofreciéndote sus morros
allí contemplándote
en estática ingravidez
Está mas bella
de lo bella que es
erótica, esbelta
con la piel tersa
y el pelo sudado y suelto
visión de visiones
hasta podrías besarla
pero huele diferente
algo en ella es distinto
porque huele a ti mismo
porque ella se aloja en tu mente
allí mismo ha hecho su nido
Y como despiadada reina
te condena a ser de polvo
a yacer en desiertos
y a desfallecer en tus áridos empeños
te mantiene en el vació
te mantiene pendiente de ella
con solo estar te agrede
Mas de pronto la luna
(apiadándose de ti)
estalla como una burbuja
salpicando de verrugas su cara
y ella corre a esconderse
(a ver si todavía te engaña)
corre como una araña
corriendo detrás de un nubarrón
culebreando como un culebrón
de recuerdos inacabables
de roídos lechos blancos
carcomidos besos grises
y deshilachados momentos negros
que articulados te apretaban recio
(desde hace tan solo un instante)
ahogándote por el cuello
tratando de repintarse
en lo que queda de tu paisaje interno
Ella enfurecida,
(como se ve descubierta)
perfora ávida cual avispa punzante
los vientos de tus suspiros
sin intención de perdonarte
¿perdonarte?......
ella si es imperdonable...
te perturba...
te ignora...
prevalece en ti y te devora....
maligna postal de tu vida,
¡Devuélvela a correos!
y escupe sobre el sello...........
Silvia Escario
Dedicado a JOSEF
29-12-05
Cabalgas sobre la luna
la luna gira a tus pies
y encuentras en una duna
un cráter donde la ves
sentada sobre su trono
ofreciéndote sus morros
allí contemplándote
en estática ingravidez
Está mas bella
de lo bella que es
erótica, esbelta
con la piel tersa
y el pelo sudado y suelto
visión de visiones
hasta podrías besarla
pero huele diferente
algo en ella es distinto
porque huele a ti mismo
porque ella se aloja en tu mente
allí mismo ha hecho su nido
Y como despiadada reina
te condena a ser de polvo
a yacer en desiertos
y a desfallecer en tus áridos empeños
te mantiene en el vació
te mantiene pendiente de ella
con solo estar te agrede
Mas de pronto la luna
(apiadándose de ti)
estalla como una burbuja
salpicando de verrugas su cara
y ella corre a esconderse
(a ver si todavía te engaña)
corre como una araña
corriendo detrás de un nubarrón
culebreando como un culebrón
de recuerdos inacabables
de roídos lechos blancos
carcomidos besos grises
y deshilachados momentos negros
que articulados te apretaban recio
(desde hace tan solo un instante)
ahogándote por el cuello
tratando de repintarse
en lo que queda de tu paisaje interno
Ella enfurecida,
(como se ve descubierta)
perfora ávida cual avispa punzante
los vientos de tus suspiros
sin intención de perdonarte
¿perdonarte?......
ella si es imperdonable...
te perturba...
te ignora...
prevalece en ti y te devora....
maligna postal de tu vida,
¡Devuélvela a correos!
y escupe sobre el sello...........
Silvia Escario
Dedicado a JOSEF
29-12-05
viernes, diciembre 08, 2006
Cuestion de Dominio
Recuerdo el día que me pusieron esa camisa de fuerza, en esa habitación acolchada, atrapada en esas correas, sin recordar mi nombre, perseguida por espectros, diablos, fantasmas, engendros, lagartos, serpientes, larvas, arañas, presencias invisibles, gente deformada que me tocaba con dedos podridos, con dedos viscosos, con dedos negros, multitud de desconocidos con cara de insectos, con cara de enemigos, con caras libidinosas, con cara de fieros y rudos, lobeznos, de mutantes, de diabólicos conspirantes, dándome ordenes, infligiéndome castigos morales e inmorales, azotándome con sus desprecios, con insultos, con vacíos ...
Y el ruido....el ruido era atronador, gritos, gritos y gritos y estruendos, portazos, golpes, truenos, chirridos, quejidos, martillazos, sierras eléctricas, ruidos extraños ,crujidos por la espalda ...
Y todo, todo, dijo el doctor, estaba en mi cabeza, si, dentro de mi cabeza, los creaba mi pensamiento, “mi mente estaba enferma” y por mas que me golpeaba no se me vaciaba, no se interrumpía, la pared acolchada no ayudaba en nada, las alimañas estaban agazapadas dentro, engarzadas con sus garras a mi cerebro...
Así que llena de desesperación me doble sobre mi misma, e intente quebrar mi propio cuello, en un punto de inflexión contra el suelo, haciendo un terrible gesto de presión sobre mi, hasta que la fragilidad cedió en un crujido, y entonces en un pronto, todos se fueron, el ruido cesó, se acabó el infierno, la habitación se vació y yo me quede doblada ahí en el centro, hecha un siete sobre el suelo...
Pero ahora, hoy por hoy, desde entonces, que no sé que me pasa, que aunque me quitaron las correas, y la camisa de fuerza, aun no logro moverme, el cuerpo no me obedece...sé que es cosa de mi mente...solo es cuestión de dominio sobre el poder de mi mente...
Y el ruido....el ruido era atronador, gritos, gritos y gritos y estruendos, portazos, golpes, truenos, chirridos, quejidos, martillazos, sierras eléctricas, ruidos extraños ,crujidos por la espalda ...
Y todo, todo, dijo el doctor, estaba en mi cabeza, si, dentro de mi cabeza, los creaba mi pensamiento, “mi mente estaba enferma” y por mas que me golpeaba no se me vaciaba, no se interrumpía, la pared acolchada no ayudaba en nada, las alimañas estaban agazapadas dentro, engarzadas con sus garras a mi cerebro...
Así que llena de desesperación me doble sobre mi misma, e intente quebrar mi propio cuello, en un punto de inflexión contra el suelo, haciendo un terrible gesto de presión sobre mi, hasta que la fragilidad cedió en un crujido, y entonces en un pronto, todos se fueron, el ruido cesó, se acabó el infierno, la habitación se vació y yo me quede doblada ahí en el centro, hecha un siete sobre el suelo...
Pero ahora, hoy por hoy, desde entonces, que no sé que me pasa, que aunque me quitaron las correas, y la camisa de fuerza, aun no logro moverme, el cuerpo no me obedece...sé que es cosa de mi mente...solo es cuestión de dominio sobre el poder de mi mente...
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ruidos,
truenos,
viscosos
lunes, diciembre 04, 2006
La Noche No es Eterna
La noche no es eterna
No dura para siempre
hasta la noche más negra
algún día amanece
Es la noche de los locos
los que se tiran al pozo
y cuando tocan el fondo
trepan trepan y trepan
Destornillando el tornillo
despiertas y es domingo
y es la fiesta del suspiro
y tu de alivio te elevas
Hoy toca día de premio
día de sol eterno
sal a la calle y camina
y lloverán serpentinas
Empezaras desde cero
como todo gato viejo
y la noche del infierno
quedara allá muy lejos
Has ganado este duelo
un vencedor que camina
te aplastaste contra el suelo
y te levantaste con vida
La mala suerte termina
si aguantas los cien días
y seguro queda tiempo
para vivir otra vida
No dura para siempre
hasta la noche más negra
algún día amanece
Es la noche de los locos
los que se tiran al pozo
y cuando tocan el fondo
trepan trepan y trepan
Destornillando el tornillo
despiertas y es domingo
y es la fiesta del suspiro
y tu de alivio te elevas
Hoy toca día de premio
día de sol eterno
sal a la calle y camina
y lloverán serpentinas
Empezaras desde cero
como todo gato viejo
y la noche del infierno
quedara allá muy lejos
Has ganado este duelo
un vencedor que camina
te aplastaste contra el suelo
y te levantaste con vida
La mala suerte termina
si aguantas los cien días
y seguro queda tiempo
para vivir otra vida
El Jinete sin Cabeza
EL JINETE SIN CABEZA
Iba un jinete nocturno ...
en busca de su cabeza....
que cual jinete difuso,
perdido por su sesera....
andaba muy cabizbajo
de tanta preocupación...
¿Donde tengo la cabeza?
¿donde tengo la cabeza?
incesante repetía...
y la cabeza perdida,
de tal manera le dolía,
a causa de su perdición....
que la frente golpeaba,
sobre la pared mullida,
en busca de solución...
Ya ni siquiera pensaba,
ya ni siquiera sabía,
ni quien era ,
ni donde estaba,
ni si iba ,
ni si venia....
Pobre descabezado,
en que andaría pensando,
cuando de un espasmo,
sin pensar se le cayó,
y por la ladera rodando,
por la esquina se esfumó...
Que no recuerda,
en que palacio,
en que balcón,
y con qué princesa,
trepando por una trenza,
temerario se la rompió...
-¿O acaso fue el corazón,
lo que se partió en dos?-,
entonces puso la mano
sobre su pecho liviano,
y su tic tac le faltó,
-¡Ho! dios mío!
¡estoy muerto!!
¡¡no me late el corazón!!-.
-Lo que te falta es la razón,-
dijo su amigo viejo,
que le tenia compasión,
-que Quijote por vocación,
se pierde entre sus sueños,
tropieza,
cae y se levanta,
pero nunca se espanta,
del sueño que lo tiró...
sin remedio,
sin remedio....
pobre,
pobre cabezón....
-Que alguien le dé un sombrero,
un sombrero con un plumón,
que quiere ser caballero,
y no sabe montar a caballo,
y cuando como espadachín,
monta sobre su rocín,
cae por el otro lado,
no alcanzando su fin,
su florín queda doblado,
y él queda sobre el suelo,
tan largo como su esqueleto.-
-Que presto acabará desnucado,
si es que no acaba muerto,
o en el sanatorio atado,
a una silla y un cojín...-
Así concluyó el amistado,
con su retórica fútil,
y alguien condescendiente
que pasaba por allí,
le tiró unas monedas,
y el jinete bien plantado,
con orgullo lo ignoró...
-Yo no soy necesitado,
soy héroe enarbolado,
y aprendiz de un pasquín,
y se leer,
lo cual es tanto,
como ser ingeniero,
o doctor,
o literato,
y no necesito el dinero,
sino solo pensar un rato.-
Y allí donde hubo puertas,
se abre de pronto un palacio,
y allí donde hubo un trono
se desvanecen princesas,
y allí donde hubo un jarrón,
luce elegante su cabeza...
-¡Diablos por fin la he encontrado!!!,
¡¡con mis ideas frescas!!,
¡¡con mi labia sutil!!,
¡¡¡con mi ingenio y simpatía!!!,
y de quien quiera que sea,
¡¡mi cabeza solo es mía!!!,
y allí donde permanezca,
esta la mitad de mi vida...
....Cuanto más la buscaría...
mi cabeza corre y se entierra,
mi cabeza me aborrece,
por eso desaparece,
por eso es mi perseguida
noche y día,
escondida,
noche y día,
me evita-.
Y el caballero gemía,
una lagrimas airosas
y alguien que por allí pasaba
dejo caer unas rupias,
o talvez una corona,
y aparto la mirada,
y tenia las manos sucias...
-Sin duda que les doy pena,
¡hay, que gente mas odiosa!-
dijo a modo despechado,
pero cogió las monedas,
¡¡así que no esta tan loco,
como el mismo pretendía!!,
de pretensiones...la acera,
¡¡esta llena de rodillas....!!!
A mi mejor amigo PITUFO...
Silvia Escario
23-11-06
Iba un jinete nocturno ...
en busca de su cabeza....
que cual jinete difuso,
perdido por su sesera....
andaba muy cabizbajo
de tanta preocupación...
¿Donde tengo la cabeza?
¿donde tengo la cabeza?
incesante repetía...
y la cabeza perdida,
de tal manera le dolía,
a causa de su perdición....
que la frente golpeaba,
sobre la pared mullida,
en busca de solución...
Ya ni siquiera pensaba,
ya ni siquiera sabía,
ni quien era ,
ni donde estaba,
ni si iba ,
ni si venia....
Pobre descabezado,
en que andaría pensando,
cuando de un espasmo,
sin pensar se le cayó,
y por la ladera rodando,
por la esquina se esfumó...
Que no recuerda,
en que palacio,
en que balcón,
y con qué princesa,
trepando por una trenza,
temerario se la rompió...
-¿O acaso fue el corazón,
lo que se partió en dos?-,
entonces puso la mano
sobre su pecho liviano,
y su tic tac le faltó,
-¡Ho! dios mío!
¡estoy muerto!!
¡¡no me late el corazón!!-.
-Lo que te falta es la razón,-
dijo su amigo viejo,
que le tenia compasión,
-que Quijote por vocación,
se pierde entre sus sueños,
tropieza,
cae y se levanta,
pero nunca se espanta,
del sueño que lo tiró...
sin remedio,
sin remedio....
pobre,
pobre cabezón....
-Que alguien le dé un sombrero,
un sombrero con un plumón,
que quiere ser caballero,
y no sabe montar a caballo,
y cuando como espadachín,
monta sobre su rocín,
cae por el otro lado,
no alcanzando su fin,
su florín queda doblado,
y él queda sobre el suelo,
tan largo como su esqueleto.-
-Que presto acabará desnucado,
si es que no acaba muerto,
o en el sanatorio atado,
a una silla y un cojín...-
Así concluyó el amistado,
con su retórica fútil,
y alguien condescendiente
que pasaba por allí,
le tiró unas monedas,
y el jinete bien plantado,
con orgullo lo ignoró...
-Yo no soy necesitado,
soy héroe enarbolado,
y aprendiz de un pasquín,
y se leer,
lo cual es tanto,
como ser ingeniero,
o doctor,
o literato,
y no necesito el dinero,
sino solo pensar un rato.-
Y allí donde hubo puertas,
se abre de pronto un palacio,
y allí donde hubo un trono
se desvanecen princesas,
y allí donde hubo un jarrón,
luce elegante su cabeza...
-¡Diablos por fin la he encontrado!!!,
¡¡con mis ideas frescas!!,
¡¡con mi labia sutil!!,
¡¡¡con mi ingenio y simpatía!!!,
y de quien quiera que sea,
¡¡mi cabeza solo es mía!!!,
y allí donde permanezca,
esta la mitad de mi vida...
....Cuanto más la buscaría...
mi cabeza corre y se entierra,
mi cabeza me aborrece,
por eso desaparece,
por eso es mi perseguida
noche y día,
escondida,
noche y día,
me evita-.
Y el caballero gemía,
una lagrimas airosas
y alguien que por allí pasaba
dejo caer unas rupias,
o talvez una corona,
y aparto la mirada,
y tenia las manos sucias...
-Sin duda que les doy pena,
¡hay, que gente mas odiosa!-
dijo a modo despechado,
pero cogió las monedas,
¡¡así que no esta tan loco,
como el mismo pretendía!!,
de pretensiones...la acera,
¡¡esta llena de rodillas....!!!
A mi mejor amigo PITUFO...
Silvia Escario
23-11-06
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