EL JINETE SIN CABEZA
Iba un jinete nocturno ...
en busca de su cabeza....
que cual jinete difuso,
perdido por su sesera....
andaba muy cabizbajo
de tanta preocupación...
¿Donde tengo la cabeza?
¿donde tengo la cabeza?
incesante repetía...
y la cabeza perdida,
de tal manera le dolía,
a causa de su perdición....
que la frente golpeaba,
sobre la pared mullida,
en busca de solución...
Ya ni siquiera pensaba,
ya ni siquiera sabía,
ni quien era ,
ni donde estaba,
ni si iba ,
ni si venia....
Pobre descabezado,
en que andaría pensando,
cuando de un espasmo,
sin pensar se le cayó,
y por la ladera rodando,
por la esquina se esfumó...
Que no recuerda,
en que palacio,
en que balcón,
y con qué princesa,
trepando por una trenza,
temerario se la rompió...
-¿O acaso fue el corazón,
lo que se partió en dos?-,
entonces puso la mano
sobre su pecho liviano,
y su tic tac le faltó,
-¡Ho! dios mío!
¡estoy muerto!!
¡¡no me late el corazón!!-.
-Lo que te falta es la razón,-
dijo su amigo viejo,
que le tenia compasión,
-que Quijote por vocación,
se pierde entre sus sueños,
tropieza,
cae y se levanta,
pero nunca se espanta,
del sueño que lo tiró...
sin remedio,
sin remedio....
pobre,
pobre cabezón....
-Que alguien le dé un sombrero,
un sombrero con un plumón,
que quiere ser caballero,
y no sabe montar a caballo,
y cuando como espadachín,
monta sobre su rocín,
cae por el otro lado,
no alcanzando su fin,
su florín queda doblado,
y él queda sobre el suelo,
tan largo como su esqueleto.-
-Que presto acabará desnucado,
si es que no acaba muerto,
o en el sanatorio atado,
a una silla y un cojín...-
Así concluyó el amistado,
con su retórica fútil,
y alguien condescendiente
que pasaba por allí,
le tiró unas monedas,
y el jinete bien plantado,
con orgullo lo ignoró...
-Yo no soy necesitado,
soy héroe enarbolado,
y aprendiz de un pasquín,
y se leer,
lo cual es tanto,
como ser ingeniero,
o doctor,
o literato,
y no necesito el dinero,
sino solo pensar un rato.-
Y allí donde hubo puertas,
se abre de pronto un palacio,
y allí donde hubo un trono
se desvanecen princesas,
y allí donde hubo un jarrón,
luce elegante su cabeza...
-¡Diablos por fin la he encontrado!!!,
¡¡con mis ideas frescas!!,
¡¡con mi labia sutil!!,
¡¡¡con mi ingenio y simpatía!!!,
y de quien quiera que sea,
¡¡mi cabeza solo es mía!!!,
y allí donde permanezca,
esta la mitad de mi vida...
....Cuanto más la buscaría...
mi cabeza corre y se entierra,
mi cabeza me aborrece,
por eso desaparece,
por eso es mi perseguida
noche y día,
escondida,
noche y día,
me evita-.
Y el caballero gemía,
una lagrimas airosas
y alguien que por allí pasaba
dejo caer unas rupias,
o talvez una corona,
y aparto la mirada,
y tenia las manos sucias...
-Sin duda que les doy pena,
¡hay, que gente mas odiosa!-
dijo a modo despechado,
pero cogió las monedas,
¡¡así que no esta tan loco,
como el mismo pretendía!!,
de pretensiones...la acera,
¡¡esta llena de rodillas....!!!
A mi mejor amigo PITUFO...
Silvia Escario
23-11-06
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lunes, diciembre 04, 2006
El Jinete sin Cabeza
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